Hay muchas formas positivas de usar el humor, la risa y la diversión. Las mejores formas son aquellas que enseñan una lección a los niños mientras se divierten. Si tiene hijos menores de diez años, use las siguientes formas divertidas para enseñarles lecciones.
Psicología inversa
Con alegría y de manera jovial, pídeles a sus hijos que hagan algo que usted no quiera. Por ejemplo, usted dice: “Bueno, no quiero que nadie se prepare para ir a la cama. Solo quédense sentados y no se pongan los pijamas. Les apuesto que nadie puede vencerme a subir las escaleras y prepararse para ir a la cama antes de que vuelva”. Usted lo hace divertido al irse durante unos minutos y ve cómo sus hijos tratan de vencerlo a subir las escaleras. ¡Deje que sus hijos ganen!
Enfoque engañoso
Este enfoque engaña a sus hijos para que aprendan a hacer lo correcto. Por ejemplo, usted dice: “Apuesto que los puedo engañar. Apuesto que nadie puede cepillarse los dientes solo. ¡Ustedes no pueden hacerlo!” O dice: “Apuesto que nadie aquí sabe la regla de la familia acerca de compartir. ¡Pero yo la sé! Guardarse las cosas y no compartir. ¿Cierto?” Por supuesto que sus hijos responderán “¡No! ¡Tenemos que compartir!” Entonces usted dice: “Bueno, ¡no los pude engañar!”. Sus hijos amarán estos juegos porque le podrán decir a usted que está equivocado.
Objetos parlantes
Actúe como si un objeto pudiera hablar para hacer que sus hijos hagan algo o enseñarles una lección. Por ejemplo, usted habla como la bañera y dice: “¡Hey, Jessie! Ya es hora de venir aquí y darte un buen baño”. O habla como si fuera una fruta y dice: “No, no me comas ahora. ¡Cómeme después de la cena!”
Si no puede ver a sus hijos o los ve con poca frecuencia, aun así puede usar el humor, las risas y la diversión. Solo debe ser creativo. Por ejemplo, busque una película divertida o un video en YouTube y dígales a sus hijos que lo vean. Luego hable con ellos sobre eso la próxima vez que les hable, les mande un correo electrónico o un mensaje de texto.